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El ecosistema financiero de Latinoamérica vive una transformación acelerada. El crecimiento de las fintech, la regulación cada vez más estricta y la demanda de usuarios hiperconectados están presionando a bancos, cooperativas y entidades públicas a replantear sus estrategias tecnológicas.

De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el 60% de los bancos en la región priorizarán en 2025 la modernización de su infraestructura digital para competir con las fintech y ofrecer experiencias más seguras y ágiles.

1. Omnicanalidad: de opción a requisito

Los usuarios ya no se limitan a una sucursal o un portal web. Hoy esperan poder realizar operaciones desde cualquier canal: móvil, web, call center, chatbot o incluso redes sociales.

Según Statista, en LATAM el 72% de los clientes de banca digital utiliza más de dos canales para interactuar con su banco.

La omnicanalidad asegura una experiencia continua, sin importar el canal de acceso.

👉 En este contexto, plataformas como Forteza permiten a bancos, cooperativas y entidades públicas ofrecer servicios digitales consistentes en todos sus canales, asegurando continuidad y eficiencia.

2. Seguridad y cumplimiento normativo

El fraude digital en LATAM creció un 37% en 2024, de acuerdo con Feedzai. Las instituciones enfrentan la presión de cumplir con regulaciones locales como SUGEF en Costa Rica, SBS en Perú y estándares internacionales como PCI DSS y ISO/IEC 27001.

Retos principales:

  • Implementar autenticación fuerte (firma electrónica, biometría, MFA).
  • Cumplir normativas sin afectar la experiencia del usuario.
  • Mantener la confianza del cliente en un contexto de ciberataques crecientes.

👉 Soluciones como Genkos facilitan este proceso al integrar firma y sello electrónico con validez jurídica en Costa Rica, garantizando cumplimiento regulatorio y seguridad en cada operación digital.

3. Integración con fintech y open banking

La apertura regulatoria hacia el open finance en países como México, Brasil y Colombia impulsa una mayor competencia y colaboración.

  • En Brasil, el ecosistema de open banking movió más de R $9 mil millones en 2024 (aprox. USD 1.8 mil millones), según el Banco Central de Brasil.
  • Para instituciones tradicionales, esto implica adaptarse a APIs abiertas, integraciones rápidas y estándares de interoperabilidad.

Claves:

  • Evolucionar de sistemas cerrados a ecosistemas digitales.
  • Ofrecer productos financieros más personalizados.
  • Aprovechar datos en tiempo real para diseñar nuevos servicios.

4. Continuidad tecnológica y resiliencia operativa

Más allá de lo visible para el cliente, las instituciones enfrentan el reto de mantener la operación sin interrupciones.

  • Según Deloitte, el 45% de bancos en LATAM considera la continuidad operativa como el mayor riesgo en su transformación digital.
  • Caídas de sistemas o indisponibilidad de servicios no solo afectan ingresos, sino también reputación.

👉Aquí entra el valor de contar con un ecosistema integral, donde soluciones como Forteza, Genkos y Kindo trabajan de manera conjunta para garantizar continuidad, seguridad y escalabilidad en la operación de las instituciones financieras.

Los próximos años serán decisivos para las instituciones financieras en Latinoamérica. La demanda de usuarios omnicanal, la presión regulatoria y la competencia de las fintech obligan a repensar la infraestructura tecnológica.

El desafío no es solo digitalizarse, sino hacerlo de manera segura, continua y escalable. Quienes logren integrar un ecosistema digital robusto estarán mejor preparados para fidelizar clientes y competir en un mercado en constante evolución.