La confianza digital es hoy la base de la banca en Latinoamérica. Con más usuarios realizando transacciones sensibles en línea, las instituciones financieras y gubernamentales enfrentan el reto de garantizar operaciones seguras, ágiles y con validez jurídica. La validación electrónica es la clave para lograrlo.
Regulaciones y estándares que marcan el camino
La adopción de la autenticación electrónica en la región no es solo una decisión tecnológica: responde también a regulaciones locales e internacionales que buscan prevenir fraudes y fortalecer la confianza digital.
- En Costa Rica, la normativa SUGEF 10-07 establece controles más estrictos en la verificación digital de clientes.
- En Perú, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) exige la autenticación de dos factores (2FA) en transacciones financieras.
- En Chile, la Ley N°20.009 refuerza la responsabilidad de las instituciones en materia de seguridad digital.
A nivel global, marcos como el Reglamento eIDAS en la Unión Europea y estándares como ISO/IEC 27001 aportan lineamientos claros sobre validez legal, interoperabilidad y protección de datos.
Más allá del cumplimiento: razones estratégicas
Adoptar la firma y el sello electrónico en transferencias no es solo cumplir con una normativa, sino asegurar la competitividad de la institución:
- Seguridad y confianza: garantiza autenticidad, integridad de la orden y protección contra fraudes.
- Cumplimiento normativo: ofrece trazabilidad y auditoría en línea con SUGEF, SBS, Ley 20.009 y estándares internacionales.
- Eficiencia operativa: elimina trámites presenciales, agiliza transferencias y reduce costos de KYC/AML hasta un 70 %.
- Competitividad: fortalece la imagen de innovación, mejora la experiencia digital del cliente y habilita la omnicanalidad real.
Casos de adopción en la región
Diversas instituciones en LATAM ya han incorporado esquemas de autenticación robusta:
- Bancos que integran biometría facial o dactilar en sus aplicaciones móviles.
- Cooperativas que implementan firmas electrónicas avanzadas para contratos y créditos.
- Gobiernos que habilitan el uso de sello digital para trámites públicos en línea.
Estos ejemplos demuestran que la autenticación no es solo un componente de seguridad, sino un habilitador clave de la transformación digital.
El siguiente paso para las instituciones
A medida que el ecosistema financiero avanza, la autenticación electrónica se consolida como un factor de competitividad. No se trata únicamente de cumplir con regulaciones, sino de ofrecer experiencias seguras y confiables que impulsen la adopción digital de los usuarios.

